Rota do Atum 2025: Una travesía de sabor con alma peruana en Porto Santo
El pasado 4 de junio, la Rota do Atum 2025 nos llevó hasta Porto Santo, en el archipiélago de Madeira, para vivir una experiencia culinaria inolvidable. El protagonista de la jornada fue Roberto, un chef peruano afincado en Barcelona, que nos hizo viajar a su país a través de los sabores, los aromas y la historia de su cocina.
Un Perú auténtico, plato a plato
Roberto abrió la velada contándonos algo que sorprendió a muchos: en Perú existen más de 3.000 variedades de patatas y de pimientos. Esa diversidad, junto con su pasión por los ingredientes y la precisión técnica, se reflejó en cada plato del menú.
Primer paso: la entrada
Comenzamos con una causa de pulpo, acompañada de salsa anticucho y aguacate. La suavidad del puré de patata verde, perfumado con cilantro y lima, contrastaba de manera perfecta con el pulpo, marinado con achiote y un toque justo de picante. Una entrada fresca, equilibrada y muy bien presentada.
Segundo paso: el atún como protagonista
El plato central de esta ruta era, cómo no, el atún. Roberto lo presentó en forma de ceviche de tarantelo, marinado en una intensa y aromática leche de tigre de ají amarillo, coronado con maíz andino crujiente. El resultado: un bocado fresco y natural, donde el sabor del atún brillaba sin artificios. El picante era preciso, explotando en boca con cada pequeña rodaja de ají.
Tercer paso: el plato principal
El menú continuó con un lomo de vaca asada, servido con una jugosa salsa de lomo saltado y un sorprendente puré de maíz. La carne, tierna y sabrosa, se equilibraba con el dulzor del maíz, aportando una combinación elegante y reconfortante.
El final dulce
El postre fue una delicada combinación de frutos rojos, natillas y praliné crujiente. Ligero, fresco y con la dulzura justa, fue el broche perfecto para una cena que ya quedaba en el recuerdo.
Un brindis por el sabor
Todo el menú fue acompañado por una excelente selección de vinos del Douro, de las bodegas Borges, que maridaron a la perfección con cada plato, realzando aún más la experiencia.
Una noche en la que el atún fue el hilo conductor, pero el alma la puso Perú, a través del talento de Roberto. Un homenaje a la cocina mestiza, llena de historia y sabor, en el marco incomparable de Porto Santo. ¿Quién dijo que viajar solo se hace en avión?